: | Confieso que me considero una persona bastante intolerante, no tolero la injusticia, no tolero las guerras "polisocioreligiosas" (no sé sí exista esta palabra, pero sí no es así, la incorporo a mi diccionario), no tolero el desinterés, no tolero la indiferencia, no tolero la impunidad, no tolero la discriminación por causas de raza, genero, orientación sexual, religión y de ningún otro tipo. No tolero la violencia ejercida por el más "fuerte", no tolero la explotación ni el abuso en general, no tolero la hipocresía ni la doble moral, no tolero la imposición de ideas.
No creo que la intolerancia bien encauzada sea nociva para el ser humano, o al menos eso es lo que pienso, aunque claro, probablemente lo que planteo tenga otra definición que no sea la de "intolerancia benigna", aunque la definición es lo de menos, lo importante, como en todo, es el contenido, ¿cierto?
Últimamente se ha apoderado de mi un sentimiento de impotencia ante la situación por la que atraviesa mi país, mi patria, sinceramente nunca pensé que pudiera importarme tanto, en este momento me viene a la mente mi padre, me diría "¿de qué situación hablas?, si aquí todo está maravilloso (no es sarcasmo)", ¿tan mal estoy, que no me doy cuenta que camino sobre un lecho de rosas? El fin no siempre justifica los medios, y mucho menos, cuando se trata de vidas humanas, me duele profundamente el dolor ajeno, aquellas personas que han perdido a algún familiar en el fuego cruzado a mano de "los buenos" o de "los malos".
Alguna vez dijo Rousseau en el Contrato Social que el hombre no es un ser bélico, sino todo lo contrario, no es el hombre el que lucha contra otro de su especie, es el Estado el que pelea contra otro Estado, desafortunadamente representados por el ser humano, lo mismo ocurre en la famosa lucha contra el narcotráfico, porque hay que aclarar que es una lucha por un bien común y no una guerra por conservar de "buena" manera el poder que se cree arrebatado por el narcotráfico, un Estado representado por un presidente, si quiero aclarar que no importa quién sea el presidente, y el Narcoestado, también representado por unos cuantos compatriotas.
Basta ya de culparnos los unos a los otros, como diría mi hermana, no hay culpables, solo cómplices, aunque esta acepción me provoca cierto malestar, ¿cómo se puede ser cómplice de algo que uno detesta cordialmente?, pues muy fácil, quejarse hasta el cansancio, señalar con el dedo y finalmente cruzarse de brazos, afortunadamente no todos somos cómplices, existimos personas que reclamamos justicia de manera pacífica por medio de; marchas que, aunque a algunos les parezcan vendidas al mejor postor, exigen un alto al fuego; otros hacemos nuestra propia revolución con la pluma, bueno eso era antes, ahora lo hacemos con un teclado, pero el fin es el mismo; y como estas, otros tantos tipos de manifestaciones.
Quiero un país libre del miedo devorador que se enraíza en cada habitante, y para eso continuare siendo "intolerante", pues no tolerare que se me prive de mi libertad, no tolerare la corrupción, no tolerare el derramamiento de más sangre, no tolerare…. |
ESTOY DE ACUERDO CONTIGO ,PERO JUSTAMENTE AYER UNO DE MIS HERMANOS DIJO : " LA PALABRA SIN HECHOS, ES LETRA MUERTA" ASI QUE ES MUY IMPORTANTE LA COERENCIA EN NUESTROS ACTOS
ResponderBorrarEsta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderBorrarQue bueno que te gustó, me pasé por tu blog y se me hizo bastante interesante, te deseo mucha suerte en los premios blog. Feliz Año a ti también.
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