Nombre*: | Javiera Navarro Alvarez |
Género*: | narrativo |
Título*: | HAY CICATRICES QUE RESULTAN INTOLERABLES |
: | HAY CICATRICES QUE RESULTAN INTOLERABLES, decía un artículo que leí, enmarcado en promociones de esmaltes de uñas. Me llamó la atención esta frase. Ciertamente que nunca me había detenidos a pensar en qué cicatrices me resultan intolerables. A mí, porque en ciertos momentos me fue difícil asumir que para quienes yo quería, no les eran tolerables mis cicatrices. Es más, aparecía como él motivo, para alejarse de esta persona con marcas. El más honesto me dijo "si tienes esas cicatrices en el cuerpo, no quiero imaginar las que tienes en el alma, y no lo puedo soportar. Me voy." Entonces empecé a fijar la mirada en quienes me aceptaban simplemente así, con todo el cuerpo y su historia, aun cuando hasta el momento nadie se ha atrevido a preguntar… pero yo, mis cicatrices intolerables… cuáles son? La pregunta cae ahora, justo cuando mis huesos empiezan a asomarse lentamente, día a día, a través de la piel. Inútil es explicar que como, que no vomito… en fin. Pero lo cierto es que en el silencio y la oscuridad de mi habitación, a veces me toco los huesos… casi no puedo describir lo que sucede entonces… no hay palabras para ello. Horror… goce de ver cómo se asoma aquella cicatriz, esa, la que sí me resulta intolerable. La que no puedo confesar… quizás la más pedestre y que se hace cuerpo – o más bien hueso – cada vez más. Por qué? Si es tan intolerable, está cada día más cerca de la superficie? Cuál es la metáfora que representa? No puedo responder. Pero debe ser más grande de lo que mi cuerpo en estos momentos pued! e soportar, sino, por qué hacerse a un lado, retrotraer la musculatura, desalojar las grasas, e irme dejando desnuda de esqueleto… las cicatrices del cuerpo las llevo, casi con cierta dignidad, y si me falta la culpa, el medio se encarga de hacerme pagar día a día los errores de la adolescencia. Y la otra? De qué se trata? Cómo escribir y escribir de algo sin poder decir realmente una sola palabra de ese algo? Solo bordear, como bordeo con mis dedos los huesos, hundiéndolos fácilmente el la piel, hasta llegar a esas durezas, que no lo son tanto. Cartilaginosos, más bien. Y el horror me invade… como si pudiera tocar la muerte, mi propia muerte… esa cicatriz, resulta intolerable. Esa es, no la conozco. Quizás, soy la cicatriz. No me miro al espejo para verla, como lo hace la niña del reportaje. No hablo de ella… la vivo y la silencio. Si la gente hace de espejo, puede que resulte estar un poco delgada ante sus ojos. Pero solo yo toco esos huesos, solo yo sé! que existe lo intolerable en ellos… |
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