: | ¿Por qué tuviste que salir?
Noche cerrada, un frío qué calaba los huesos y un viento helado qué, haría desistir de salir a la calle a un mismísimo sargento de la Legión, completamente borracho y con sesenta gramos de "coca" en el cuerpo. Sin embargo, Marta salió… con un abriguito ligero, debajo llevaba solo una faldita corta, protegidas sus piernas por unas preciosas medias de color negro, muy sexi, eso sí es verdad y para proteger su lindo cuello, una delgada bufanda de color marrón ―a juego con el abriguito ― Un bolsito, tipo "concha" de color oro y unos zapatos a juego y de medio metro de tacón, era toda su vestimenta (¡claro que llevaba bragas!) Pero, yo no sé las vi.
La calle estaba tan desierta como en un partido de la selección Española, en la final del mundial.
No se le ocurre otra cosa qué sentarse en un parque cercano, sacarse un cigarrillo de su bolsito tipo "concha" y ponerse a fumar tranquilamente. Yo, pensé "Por Dios, qué vicio más tonto"
Cuando me disponía a abordarla ocurrió…
Todo fue rapidísimo apenas en segundos y fue imposible hacer nada.
Una sombra alargada se aproximó velozmente a Marta qué, ni siquiera pudo alzar los ojos. ―No le dio tiempo ―en su mano y gracias a una farola cercana, relampagueó la fría hoja de un cuchillo qué sin dilación y de un certero tajo hizo rodar la cabeza de la pobre Marta, chocando esta con mis pies... Poniéndome los pantalones perdidos de sangre. ¡Mierda! ―Grité ― ¿Mi puta cita?
Cuando al fin, pude salir de mi asombro y alzar la mirada, buscando a la sombra asesina.
Ya, ésta se había vuelto hacia mí y Reía como una de las hienas del "Sálvame de luxe" en la noche de "Nochevieja" mientras se comen "vivo" a algún invitado ― Me cagué, Esa es la verdad ―. No tenía tiempo de nada, así qué, hice lo único que podía hacer… ¡Me ensucié en su puta madre!....... Segundo antes de qué, de un tajo, segara mi cuello!
Fin. |
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