: No me falta nada...

Nombre*:Hermes Landaverde
Género*:Romántico
Título*:No me falta nada...
Cuento:
Me dicen que soy joven, que aún tengo muchas cosas que hacer, que no me lance hacia el vacío…Ya ni siquiera recuerdo porque decidí el día de hoy para suicidarme, sigo llorando, las rodillas no me dejan de temblar pero los pies aún siguen pegados al suelo, manteniéndose lo más fijos posibles a él.No tratare de echarle la culpa a nadie, ni siquiera a la mujer que más he amado en esta vida, Gloria, mi querida y amada Gloria, que de un día al otro decidiste que mi amor no bastaba, necesitabas algo nuevo, ¡maldita sea! Ni siquiera tu sabes que es lo que estás buscando, ¿revolcarte con desconocidos, ir a fiestas y acabar perdida por drogas y alcohol, salirte de tu casa?, ¡chica realmente estas más perdida de lo que yo creía!; es verdad, aún sigo pensando en ti, siento que tu recuerdo y mi imaginación no son buenas compañeras cuando las dos están juntas, imagino que algún día volverás a buscarme por las tardes como solías hacerlo, charlaremos de cosas vanas, me pedirás que nos veamos en algún punto de la ciudad donde solíamos reunirnos, me dirás que de verdad te equivocaste que te perdiste como todos solemos hacerlo en esta vida, yo te perdonare, te diré que nada de eso importa, nos abrazaremos me dirás que me amas y ya no resistiré y te besare como si nada del tiempo que perdimos hubiera pasado. Después recapacito y me encuentro entumido en el techo del edifico; el señor Godínez me sigue diciendo que soy un pendejo por no saber valorar mi vida.Claro soy el niño consentido, hijo único de dos administradores de empresas, pero él no sabe que desde pequeño mis padres siempre han criticado todo lo que hago, que deje de tocar batería porque soy un inútil en eso, mil veces se han arrepentido por pagarme clases de batería carísimas y para que el niño
no tuviera talento –pero claro, si a esos cabrones lo único que les interesa es cobrar el cheque, con que te digan que el niño realmente tiene talento solo que es muy tímido…¡tímido mi pito cuando viene mi jefe a reclamarme, el niño es un tarado!-, ellos tampoco tienen la culpa de mi suicidio, por lo menos no lo quiero creer, hace años que deje de hacerles caso a sus absurdos comentarios, soy el único hijo que tienen y aun así me odian, seamos realistas, ellos han formado ese criterio que tengo hacia ellos. No, la culpa no es de ellos, nuestros sentimientos son mutuos, enséñale a tu hijo a odiar y no tendrás quien te cuide cuando te cagues en los pañales cuando seas viejo. Ellos mismos se lo buscaron, no hay odio en mí, supongo que ellos son así, odian a la gente, sobre todo a la de su propia sangre, creo que tengo que hacer lo mismo, odiar a mi sangre pero no por eso tengo que odiar a todo el mundo.Descubrí que hay posibilidad de tener a una verdadera familia que te quiere como eres y te respeta, los amigos de verdad, esos que se quedan pase lo que pase, en las buenas y en las malas y ahora solo me llega a la mente mi hermano, Ricardo, fue al único al que le hable esta mañana, el único que reconoció mi cambio en el tono de voz, lo único que me dijo fue –termino este asunto rápido, y nos vamos por ahí a platicar, me esperas mano ¿he?-, mi hermano, los sentimientos me levantaron de la cama y me trajeron hasta aquí, rayos a tan poco tiempo de salirme de la casa de mis padres y vivir como solteros, llevando mujeres, y emborrachándonos todos los fines de semana, vivir como cerdos, sin nadie que nos diga nada; solo una cosa de esas tres será verdad y las demás serán cubierta de que nos quedamos jugando videojuegos toda la noche. El teléfono vibra y sé que debe ser ella, ¡cómo es posible que sepa cuando la necesito más! Tal vez sea una bruja o una maldita hija de puta que me acosa lo suficiente para saber cuándo debe aparecer en escena, al bajar un poco los hombros, el cuerpo se me contrae y lo único que intento es dar un paso hacia atrás, ahora ya estoy fuera de peligro, la señora Martínez solo alcanza a decir con un suspiro –¡dios, bendito seas!- el señor Godínez me jala de la playera, trata de abrazarme pero de una forma me suelto y tomo el celular que está en mi bolsillo, contesto, -pensé que ya no contestarías, ¿Qué acaso no me amas suficiente como para responder mis llamadas?-, su voz es tan suave, firme pero a la vez te provoca sensaciones en la espina dorsal –no, mi vida, siempre estoy para ti, te amo ¿lo sabes?-, alcanzo a decir aquello mientras algunos bomberos o vecinos me cobijan con una manta, -pues parece que no es así, si tú te suicidas yo me acabo contigo, ¿que no recuerdas que ahora somos uno mismo tontito?-, su voz, su reconfortante voz me emociona tanto, me llena de felicidad, de tranquilidad, siempre sabe que decir y que hacer, el teléfono desaparece de mis manos, ya no está ahí, ya no estoy en la azotea, ya no hay vecinos, no hay nada, solo un fondo negro, y enfrente de mi esta ella, mirándome fijo, se acerca lentamente, me tienta a tocarla, a desearla más de lo que la necesito, sabe que sin ella estoy muerto y se aprovecha de ello, pero a mi es lo que más me encanta de ella, que se aproveche de mi desdicha.-Me amaras por siempre, o como lo has hecho durante todo este tiempo, en nuestra relación tú vas y vienes, sin decir nada y yo sin quejarme, ¿qué somos realmente?- me toca la frente con su dedo índice, alcanzo su mano y la llevo hacia mi corazón, ella cierra los ojos para sentir tranquilamente el latido del mismo, -los mejores amantes de la historia, solo que esta vez estaré pegado siempre a ti, nadie me apartara de ti- lentamente vuelve a abrir los ojos -promételo-,- dime cómo quieres que lo prometa-, poco a poco sus manos llegan a mi pecho, mi corazón late con desesperación; la azotea vuelve a aparecer en escena, los gritos de los vecinos hacen que me sorprenda aún más de lo que estoy, mi vida, mi propia vida me ha tirado de espaldas directamente hacia el concreto, ya no hay vuelta atrás, voy a morir. El golpe de la espalda contra el piso me despierta, fue una caída no muy peligrosa, por suerte duermo a unos cuantos centímetros arriba del suelo, llevo durmiendo así unos 2 días, porque desarme la litera para la mudanza, me mudo a mi departamento de soltero con mi amigo Ricardo; recuerdo cuando les di la noticia a mis padres, tan solo me dijeron que ellos no iban a estar alimentando a otro mediocre en la ciudad, preferían dar dinero a una fundación para liberarse de los impuestos anuales, sigo recordando su cara, cuando les dije que ya tenía un trabajo estable con el cual tenía para mantenerme bien, no en lujos pero si al día; en mi cara hicieron la apuesta de cuanto duraría sin depender de su dinero, ninguno aposto a más de dos meses, el que perdiera la apuesta pagaría los tramites del divorcio, acabo de ganar mi propia apuesta, sabía que entre ellos dos ninguno se quería; mi trabajo es honesto, sencillo y no es otra cosa del otro mundo, soy el recepcionista de una agencia de viajes; aun no comprendo cómo es que contratan a un chico como recepcionista, cuando fui a solicitar el puesto, pensé que sería el chico de los cafés nada más, también hago eso, pero además me ocupo de agenda citas, atender clientes y todo ese desmadre, lo bueno del trabajo es que puedo hablar mucho con Laura; ella es la chica de intendencia, en muy poco tiempo me ha demostrado que querer es poder, su corta vida no ha sido nada fácil, ha pasado por mucho y aún sigue empeñándose a seguir estudiando, no importa que todo esté en tu contra, el límite de tus capacidades esta en uno mismo, ella no me lo ha dicho con esas palabras, ella actúa, lo demuestra día a día, llegando jadeante, para que no le descuenten la hora, se cambia inmediatamente el uniforme del bachillerato al que va y empieza con el trabajo, una hermosa sonrisa hace que el cuadro perfecto de su cara se ilumine aún más, ella es una chica que te enamora con su sonrisa solamente, y cuando la conoces te conquista completamente…¿he dicho enamora y conquista en esta última oración?, ¡vamos admítelo de una vez, la chica te gusta un buen!Me doy cuenta que todo llega a su tiempo; esta vez el sueño termino muy pronto, no llegue a la parte en la que mi propia vida baja a ver cómo estoy, con los huesos rotos, la piel abierta y mi ojo izquierdo desorbitado, me dice que me levante, que así es como me quiere ver, que aunque me vea destrozado por fuera aún estoy entero, que no me falta nada, que no ve cual es el problema de no seguir de pie, y como es tanto mi amor por ella, me levanto y la sigo a donde ella va, ella siempre va al lugar indicado.
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