: Recuerdo de un Idilio Carmesí entre Dos Dragones

Nombre*:Roxy Trece
Género*:Romántico
Título*:Recuerdo de un Idilio Carmesí entre Dos Dragones
Cuento:
PARTE 1

Los débiles párpados de una indefensa criatura se abrían lentamente solo para encontrarse con los ojos violetas de un joven parado frente. Eran unos ojos que observaban fijamente a la vez que mantenían una mirada de alivio. Unos ojos que despedían una luz en su interior que hacía calmar cualquier pena que se estuviera viviendo. Sin poder ver más allá de ellos, el pequeño gato callejero, obligado por sus heridas, volvió a dormir.

El clima parecía no ser benévolo, el cruel invierno volvía a hacer de las suyas para enterrar todo en una gruesa sábana de nieve, dejando vulnerables de muerte a los desprotegidos.

Imágenes instantáneas de una pelea contra un lobo hacían estremecer los sueños del gato. Sin un hogar y sin comida, se vio en la necesidad de disputar contra un lobo un pedazo de pan. El resultado no fue beneficioso para el gato que se vio tan lastimado hasta el punto de morir, solo las manos firmes de un joven con ojos violetas lo salvaron de su trágico final.

El joven lo envolvió delicadamente con un pañuelo antes de colocarse su capucha y seguir su camino pues la tormenta de nieve parecía cegar a los aventurados viajeros que se disponían a desafiarla. Después de todo el camino de regreso era largo.

El suave crujir de la nieve bajo sus zapatos, alertó a sus camaradas de ojos violetas dentro de un campamento escondido en lo profundo del bosque. Era un lugar que permanecía austero para no llamar la atención de los que consideraban sus enemigos. Se sorprendieron al verlo pues él acostumbraba tardar varios días cuando salía de viaje y esta vez solo había tardado una noche.

Su imponente figura resaltaba sobre las cabezas de todos, su aura de poder y autoridad se hacían notar, no por nada era el líder del grupo. Su mejor amigo y segundo al mando, fue el primero que se le acercó. Antes de poder decir palabra alguna su líder le ordenó:
-Cúralo, Lyon.-para después retirarse a su tienda para descansar.

Sin poder preguntar más, Lyon tomó entre sus manos al indefenso gato y lo llevó de inmediato a la tienda de campaña donde acostumbraban tratar las heridas. El pobre animal apenas respiraba, le sorprendía que aun siguiera vivo.

Esto le hizo recordar cuando conoció a Drack, su amigo y líder, hacía un año atrás. Ese día se encontraba en el campo cosechando manzanas de su huerto, cuando lo encontró recostado en un tronco de sus árboles. Estaba tan malherido que le parecía muerto, al momento que se le acercó descubrió que respiraba por lo que lo llevó hasta su casa.

Pasaron varios días antes de que pudiera abrir los ojos. Lyon lo miró y se dio cuenta de que era como él. Un dragón. Temía que fuera un humano al cual puso sangre de dragón dentro de él. Después de todo, la sangre de dragón llega a causar problemas en el cuerpo humano si es transferida de esa forma.

Powered by EmailMeForm



1 comentario:

  1. El intento de aventurarse a escribir no fue malo, pero le falto una que otra pulidita, seria bueno que le trabajaras a eso y algo de ritmo y sonoridad dentro de la escritura.
    La historia no deja de ser interesante

    ResponderBorrar