En una ciudad, donde sus habitantes son ejemplo de seres que se sobreponen a la catástrofe de un terremoto y ver hundirse gran parte de su pueblo. La misma que debido a la presencia de oro en sus ríos y su riqueza en madera preciosa se convirtió en el lugar de Asentamiento de los Españoles. Allí donde se instaló el primer trapiche y una de las primeras catedrales de América (La Vega, República Dominicana), llega una semilla a una de sus avenidas principales y se encuentra con un viejo árbol.
-Hola, soy Delonix Riega, mucho gusto.
-Deeeeee que???
-Denolix Riega, repitió la semilla.
-Huuuuyyy que nombre tan extraño, pues yo soy Aleuritys Fordii, mejor conocido como Javilla.
-¿Cómo llegaste hasta aquí?
-Bueno, me trajo un agricultor llamado Pedro, cuando se mudó en aquella casa azul que ves allí en el frente a la derecha. Cada tarde cuando él regresaba de trabajar en sus tierras, donde estaban mi madre y mis hermanos, cruzaba con su silla y se sentaba a descansar bajo mi sombra y fresco.
-Verdaderamente, y como es que hace tanto fresco aquí?
-Lo que ocurre es que mi amigo el viento, que gustaba de oir las historias de Pedro, siempre me acompañaba y aún lo hace..
-Wao, que interesante y donde está el señor Pedro ahora?
-Falleció el año pasado y ya ninguna persona se acerca a mi sombra por mucho tiempo. Solo los traunseúntes se detienen a descansar, pero por muy poco tiempo y no todos me hablan.
-OOOhhhhh!!!! Quiere decir que estás solo, que no tienes amigos?
-Bueno por la falta de Pedro, podría decir que sí, pero tengo amigos:
Los árboles con sus bailes
El viento con su fresco aliento
El sol con su luz y calor
La luna que al conversar ves tu fortuna
Las estrellas que su brillo hace que pienses que vuelas en ellas
Y la lluvia aaaaahhhh la maravillosa lluvia que cuando cae me baña, me refresca y me hace sentir vivo cuando me toca con cada una de sus gotas.
-Pero debes sentirte muy triste por la partida de Pedro, o es que no te importó perderlo?
-Sí me importó, estuve triste por un tiempo, pero un traunseúnte me enseñó, que está bien sentirse triste, me hizo recordar los buenos momentos que tuve con Pedro y me hizo sentir feliz, luego me dijo: Estuviste con Pedro en los mejores momentos de su vida, cuando estaba consigo mismo, con su familia, viste crecer sus hijos, así que eres dueño de una gran vida, esos momentos que me has contado, son los que tienes que recordar cuando pienses en Pedro. Y desde entonces ya no siento tristeza, solo nostalgia. Pero dejemos de hablar de mi historia y cuéntame, ¿cómo llegaste tú aquí?
-Yo vine con un señor llamado Kintá desde Africa, a él lo trajeron para trabajar en las cañas y cuando su camión pasaba por aquí fue dejándonos a mis hermanos y a mí en diferentes lugares, yo caí aquí a tu lado.
-Y como dijiste que te llamabas?
-De lo nix Rie ga. Dijo muy presumida la semilla.
-Bueno, creo que vamos a tener que buscarte un nombre más Dominicano.
-Sabes, en el barco donde veníamos en algún momento se detuvo y se escuchó una voz que decía Frank Bombo allá, me gustaría llamarme así.
-Jajajajaja, que cosa mas raras dices, es muy gracioso, te imaginas llamándote Frank bombo allá.
-Yo yooo, solo decía.
-Y como serás cuando crezcas?
-No sé…
-Y como era tu mamá?
-Ella era verde, graaandeeee, frondosa, así como tú y ya no te puedo decir nada más, porque mis hermanos y yo estábamos en nuestra cuna cerrada y solo por un huequito alcanzábamos a ver parte de nuestra madre.
-Aahhh, sí entiendo, que interesante!!!!!!!
-Y qué quieres ser cuando seas grande?
-Poss un árbol… Que pregunta tan tonta, dijo para sí la semilla.
-Ya sé que quieres ser un árbol y es lo que serás, pero, siendo un árbol que quieres hacer.
-Crecer hasta el cielo.
-Eso es posible, pero debes buscar un propósito.
-Un pro qué? Y ¿Qué es eso?
-Es una razón por y para la cual vivir.
-Como comer y tomar agua?
-No, no, esto es algo más, es como tener una razón por la cual desear estar vivo, comer y tomar agua.
-Oooohhhh ya, es como dar semillas igual como mi mamá me tuvo a mí?
-Bueno eso es un propósito, pero ese propósito te lo ha otorgado la naturaleza, es algo que tú decides que vas a ser.
-Eso creo que es muy difícil saberlo, no creo que pueda saber cual es mi propósito.
-Claro que sí, lo vas a descubrir si piensas en ello. Te voy a dar un ejemplo, mi propósito cuando llegué aquí y estaba solo, fue crecer rápido para tener semillas lo mas pronto posible y así no seguir solo, además quería ser amigo de un humano, como mi madre, y para ello me convertí en el más frondoso de todos los árboles. Entiendes ahora lo que es un propósito?
-Creo que sí, a ver si entendí, un propósito es lo que dijo Kintá que iba hacer. El dijo, Africa mía no te voy a olvidar y haré que donde llegue, estés siempre presente, creo que por eso nos trajo a nosotras las semillas.
-Exactamente, lo has entendido. Ahora ya es muy tarde, vamos a dormir y mañana seguimos hablando.
La semilla cerró sus ojos y fue en ese momento cuando tuvo un extraño sueño. Soñó que la avenida donde se encontraba se volvía hermosa con un color rojizo, desde el piso hasta la copa de sus árboles, los árboles eran admirados por todo el que pasaba, las personas se colocaban en frente de ellos y accionaban una caja cuadrada que traían en sus manos, los enamorados aparcaban sus carros y caminaban contemplando la belleza de los árboles y junto a los árboles volvían y accionaban la caja. Al día siguiente, al despertar gritó al árbol, ya sé lo que quiero ser y le contó su extraño sueño y el árbol le dijo.
Ya tienes un propósito.
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario