Nombre*: | Daniel Montes Rivero |
Género*: | Microrrelato |
Título*: | EL GUERRERO DE LA LUZ |
Cuento:
|
Implacables déspotas, formidables guerreros, extraordinarias fuerzas destructoras...
A vuestra tierra llegué con el anhelo ilusorio de mesura y cuerdo sacrificio,
pero hallé la piedra seca y la ilusión enjuta de carnes, famélica de rostro.
La sal en la herida abierta y la torva mirada por respuesta obtuve.
Páramo yermo, erial iletrado... vuestra poesía brilla por su ausencia.
Despedazáis la esperanza hasta hacerla añicos menudos; quemáis la
madera de la concordia en el fuego malsano del odio putrefacto, y ni
los rescoldos sobreviven a vuestros hedores.
Entonces, me salió al camino una joven de dulces y grandes ojos...
y me preguntó amablemente por mi tierra y mis intenciones.
Yo, irritado, como si de un carcaj se tratara, saque la flecha que emergía
poderosa y apunté al bosque denso y oscuro. Salió
despedido el dardo y se perdió en la poblada maleza.
Así soy yo, le contesté: busco lo que no sé y me encuentro perdido
cuando mi consciente despierta. Me adentro en profundidades
abisales y solo encuentro discordia y negatividad, odio y
roce dañino entre los humanos. ¿Por qué?
El miedo es un gran aliado de la incivilidad. Los insociables,
a menudo, temen más de la cuenta, respondió.
Cura tu miedo, palía tu temor. Cesa en la discordia
y no temas lo desconocido. Son tiempos difíciles para la
convivencia, ¡paciencia forastero!
Provéete de los atavíos necesarios para la vida, convive
con amigos verdaderos y obtendrás placer pleno e intenso.
Y así como acabó de decir esto se marchó.
|
: EL GUERRERO DE LA LUZ
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
La primera "gran convivencia" es con uno mismo.
ResponderBorrarLos amigos..."gran palabra, poca verdad".
La realidad es la ùnica verdad: Venimos solos y nos vamos igual.