Cuento: | Era un día como cualquier otro, eran las 7 pm y tenía una cita doble en el bar "los buena copas", que mas podía pedir, lo tenía todo, salud, dinero, familia, y hasta mucha suerte. Pero algo faltaba en mi vida, no sé porque pero a pesar de todo era tan desdichado, ¿Acaso el hecho de tenerlo todo hacía mi vida tan aburrida? Total, quejarme por una vida aburrida era tonto, a veces me desesperaba el que mi vid ano tuviera ningún cambio, pero debería de ser feliz después de todo nada me faltaba.
En ese momento me dirigía hacia mi BMW cuando sentí un fuerte golpe en la cabeza.
Después desperté y todo estaba oscuro, ¿que había pasado? ¿Acaso me había quedado ciego? En eso me levanté y mi frente chocó con el techo. En so intenté moverme mas y me di cuenta que estaba dentro de una caja. ¿Pero que estaba pasando? ¿Me habían secuestrado? Entonces empecé a gritar fuertemente. Sáquenme de aqui!!! Auxilio!!!
Nadie contestó y solo me quedo seguir gritando, era desesperante solo pensaba que ne cualquier momento se podía acabar el aire y yo moriría encerrado en un cajón o lo que fuera. Después de gritar varias veces simplemente enmudecí. Era el miedo de morir el que ya no me dejaba gritar. ¿Pero que rayos? Me había quedado no solo afónico sino que ahora ano podía moverme, era estresante, en ese momento empecé a escuchar unos pasos. Luego escuché llantos, y entre ellos voces mas no entendía lo que decían, mi pobre oído no alcanzaba a captarlas a través de la caja.
Poco después empecé a escuchar gritos que decían ¿Por qué? ¿Porqué tuvo que morir tan joven? Hijo mió!!!
Era mi madre quien gritaba, en ese momento capté que estaba dentro de un ataúd sin poder ni siquiera moverme o gritar para que me escucharan.¿Pero porqué estaba yo dentro de un ataúd? ¿Me creyeron muerto después de que me desmayaron con aquel golpe?
En eso recordé aquella enfermedad, esa donde la gente parece estar muerta, no se mueve su corazón late tan quedo que ni se escucha y ni se alcanzan a notar sus palpitaciones, tampoco se alcanzan a escuchar las respiraciones. ¿Acaso yo era una de esas personas? No lo sé, pero el estrés me invadía, no sabía que hacer, minutos depuse spude moverme de nuevo, pero ya sin energía, gritaba o por lo menos lo intentaba pero mi voz era tan queda que no se podía escuchar .fuera del ataúd.
Solo el hecho de sentir la desesperación de estar en un ataúd bastaba, ahora tenía que estar con poca fuerza como para moverme y dar golpes al ataúd así como poca fuerza para gritar.
¿Acaso este es el fin? ¿Será que ya estaré dentro de la tumba? Sino es así, si alguien abre el cajón! talvez tenga salvación.
Talvez…
Solo me queda pensar en algo que jamás sucederá y morir, maldita vida la mía, lo tenía todo, y de alguna forma se tenía que arruinar.
Espera veo una luz, es una niña que ha abierto el ataúd.
Le diré que estoy vivo y todo se resolvera.
Espera de nuevo, no puedo levantarme, ¿es que estoy tan débil?
-¡Niña cierra eso! ¡No juegues!
Oh rayos, lo ha cerrado de nuevo.
En este momento me doy cuenta, todas las cosas que pude haber hecho en la vida.
NO la disfruté como se debía, me quejaba por que er aburrida, pero realmente era perfecta.
No quiero más emociones solo quiero ser feliz, estar vivo.
Solo sé que si salgo de esta de alguna forma haré lo que nunca hice en el pasado.
Me pondré a estudiar, mis sietes se convertirán en nueves y dieses, y mis pinta sne llegadas tempranos.
Mi desprecio hacia la gente pobre se convertirá en compasión ante ellos y respeto.
Ahora lo sé, es un castigo divino para que cambie mi vida.
Seré hombre nuevo he entendido, a veces en la vida hace falta un pequeño susto para que uno la pueda apreciar, soy un hombre nuevo y estoy feliz por esta experiencia por mas terrorífica que sea, se que todo saldrá bien al final, lo sé.
-Es momento de incinerarlo.
¿Qué? ¿Me van a que?
Siento como mi piel se quema, o por Dios!!! Noooo!!!!!!!
FIN |
muy bueno
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