: El Reino de los Dragones

Nombre*:hidel
Género*:Fantástio
Título*:El Reino de los Dragones
Cuento:
El Reino de los Dragones
La ciudad de la luz era un lugar pacifico, sus habitantes se comportaban de manera amable y cortes. Los niños siempre tenían una hermosa sonrisa dibujada en sus labios, aunque también era habitual que estos cometieran muchas travesuras. La principal fuente de comercio de esta ciudad era la venta de dioxita. Este era un mineral muy raro y se empleaba en la creación de armas y herramientas especiales.
Dependiendo de quien trabajaba este material, la dioxita podía convertirse en infinidad de cosas. Los hechiceros solían emplearla para crear sus varitas mágicas y también para confeccionar sus trajes y demás cosas que les eran útiles. Los guerreros usaban dioxita en sus armaduras y en sus armas; la dioxita tomaba la forma de lanzas o espadas dependiendo de la necesidad del guerrero.
Debido este valioso recurso, la ciudad de la luz se volvió muy popular, personas de diversos lugares del mundo la visitaban solo para adquirir el insumo que les permitía fabricar lo que necesitaban. Y como era de esperarse, esta prospera ciudad contaba con muchos herreros que trabajan con la dioxita. De entre todos ellos, el más famoso era Adrian, un trabajador niño de 13 años que día a día cumplía los encargos de sus clientes.
El padre de Adrian era Gabriel, un herrero que se ganaba la vida fabricando utensilios diseñados especialmente para los hechiceros, este descubrió el talento de su hijo para elaborar herramientas en su noveno cumpleaños. Le había regalado un muñeco hecho de dioxita, sin embargo al pequeño no le agrado el regalo, lo llevo al taller que tenían junto a la casa y lo convirtió en un hermoso collar el cual Adrian siempre llevaba consigo. De ah en adelante el talentoso niño fue instruido por su padre al cual superó en 2 años. Fabricaba todo tipo utensilios, desde varitas mágicas para los hechiceros, hasta diversos trajes para los guerreros.
La comida no era un problema para Adrian pues su madre Lila se aseguraba que siempre comiera antes de ir a trabajar, de hecho no le permitía ir a su taller si no se alimentaba apropiadamente. La familia era muy prospera, sin embargo Lila y Gabriel nunca le dijeron que ellos no eran sus verdaderos padres. Era un secreto muy bien guardado entre los dos, quienes al no poder concebir un hijo hicieron un trato con dragón hace más de 13 años. Esto muy pronto les ocasionaría un gran cambio en sus vidas.
Era un día cotidiano en la ciudad de la luz, los niños jugaban y los adultos trabajaban alegremente cuando de pronto una figurada dorada se posó en los cielos, todos los ciudadanos dejaron sus quehaceres para contemplar la majestuosa presencia que agitaba sus alas en los cielos.
-¡Es un dragón! – grito uno de los pobladores.
- ¡Es Fafny el dragón dorado!, es uno de los 5 emperadores del reino de los dragones, me pregunto qué es lo que quiere aquí.- comentó un anciano del pueblo.
- No os preocupéis habitantes de la ciudad de la luz, solo he venido por un asunto que tengo con dos personas de aquí, a ellos dos les exijo su presencia en las tierras que gobierno. Los estaré esperando, tienen 2 semanas para llegar a la "Mina del dragón". Y al resto de habitantes, disculpen que me haya presentado sin previo aviso– hablo el dragón a los ciudadanos presentes.
-¡Vaya sorpresa, el mismo Fafny aquí! – murmuraban los ciudadanos.
Adrian había visto al dragón, le pareció maravilloso, en su interior pensó – "A mí también me gustaría volar por los cielos", una vez que la fabulosa criatura desapareció del firmamento, volvió a su taller a completar los encargos que tenía para el día. Mientras tanto en su casa, sus padres estaban muy agobiados, discutiendo lo que deberían hacer.
-"Tenemos que ir" – dijo el hombre decidido.
-"No sabemos lo que Fafny nos exigirá ¡sería mejor si solo nos escondemos!"- sugirió Lila.
-"Mujer, él es un emperador dragón. Nos encontrara tarde o temprano, si nos escondemos solo pondríamos en peligro a nuestro hijo" – le refuto Gabriel.
-"No quiero que me alejen de Adrian, pero tienes razón" –cedió por fin la abnegada madre.
-"Bueno, ya que lo decidimos, será mejor prepararnos para el viaje".
Una vez se hubieron preparado para el viaje que debían emprender, le dijeron a su inocente hijo que tenían un negocio fuera de la ciudad y que se ausentarían por un mes. El pequeño herrero no cuestionó lo que le dijeron y prosiguió con sus tareas habituales.
Mucho tiempo atrás, la pareja al no poder concebir un hijo, decidieron adoptar un niño. En aquel tiempo en la ciudad de la luz y en las ciudades aledañas surgió una epidemia que se cobró la vida de muchos infantes, lo que hizo imposible cumplir su anhelado deseo. A pesar del desencanto, la pareja siguió persistiendo en la idea de tener un niño en sus vidas, y fue gracias a su perseverancia que luego de mucho indagar, hallaron la manera de cumplir su deseo. Era poco conocido por los hombres, pero algunos emperadores dragón concedían "niños" a ciertos humanos a cambio de algo que las colosales bestias quisieran. Acudieron a Fafny debido a que era considerado uno de los emperadores más amables. Lila y Gabriel quedaron asombrados ante el majestuoso dragón quien atendió su petición.
-"¿Qué es lo que nos pedirás a cambio?" le preguntó Gabriel.
-"Llegará un momento en el que los necesite, entonces iré a por ustedes"-les dijo la gran figura dorada delante de ellos. Fafny puso un huevo delante de ellos y agrego.
-"De este huevo nacerá un dragón, pero tendrá la forma de un bebé humano, deberán cuidarlo con sus vidas".
-"Lo haremos" – respondió la pareja.
Luego de recibir el huevo, la pareja fue bendecida con mucha alegría, pasaron días soñando en cómo sería el niño y el nombre que debía tener. Fue el padre quien decidió que debía llamarse Adrian en honor a un antiguo héroe. Cuando el huevo por fin se abrió escucharon la sonrisa de un bebe muy alegre, de ahí adelante fueron una familia feliz. Sin embargo ahora que Fafny los llamo, tenían miedo de que la felicidad se les acabase.
Ambos habían viajado en carreta por 10 días pero al fin llegaron a las tierras que gobernaba Fafny. Contemplar el lugar era increíble, el paisaje estaba compuesto por gigantescas montañas, un cielo nublado y muchas figuras aladas que transitaban constantemente en el cielo. Una de esas figuras se acercó a ellos y pregunto "¿Son los invitados de Fafny?".
-"Así es, él nos pidió que viniéramos" –contestó Lila.
-"Mi nombre es Doron, Fafny me encomendó que cuando los viera, los llevara a la Mina del dragón, súbanse a mi espalda" –la pareja obedeció sin protestar. En el camino observaron que el reino de los dragones era muy prospero, el paisaje era de fantasía, muchas de las criaturas aladas surcaban los cielos llevando cargamentos en su espalda, algunos otros descansaban en tierra y los más pequeños jugaban.
La Mina del dragón era una gran montaña cuya entrada consistía en una enorme puerta la cual estaba cerrada, para abrirla se necesitaba que alguien lanzara fuego en el único agujero que tenía. Doron así lo hizo y la puerta se abrió. Recorrieron un gran pasillo y llegaron a donde se encontraba Fafny el emperador dragón de las montañas.
-"Puedes irte Doron, yo me ocuparé de mis invitados".
-"Esta bien, si necesita algo más solo llámeme" –sugirió el sirviente y se retiró.
-"Los he llamado porque el momento en que las mayores tragedias y desgracias ocurran, se aproxima" – Les dijo el emperador adivinando sus dudas.
-"¿No comprendo, a que te refieres con eso?" –preguntó Gabriel.
-"Es cierto, ustedes no lo saben o simplemente creen que se trata de una fantasía. Díganme ¿Han escuchado de la guerra de la luz y la oscuridad?
-"Es un cuento narrado por nuestros ancestros, se dice que hace casi 500 años hubo una gran batalla en la que perecieron millones de personas" respondió Lila.
-"Fue una guerra real, yo participe en ella y sobreviví de milagro. La lucha entre la luz y la oscuridad es algo que ha tenido lugar desde tiempos inmemoriales. Este conflicto toma lugar cada 500 años, dentro de 5 años ocurrirá otra vez. Para salir victoriosos de esta guerra, se necesita de los 6 elegidos y que las 6 regiones del mundo colaboren entre sí; sin embargo el reino de los humanos han sido renuentes a colaborar, sus gobernantes creen que la guerra no ocurrirá. Debido a eso es que algunos dragones hemos hecho tratos con ciertos individuos para que nos brinden su ayuda".
-"Entonces… ¿Qué es lo que deseas de nosotros? ¿Quieres que colaboremos en la guerra? ¿O pretende qué luchemos en ella?" –preguntaron ambos.
-"Ustedes pueden fabricar diversas armas utilizando la dioxita, lo que deseo es que ambos creen armaduras hechas para dragón, no deben preocuparse por los materiales, yo les proveeré de todo lo que necesiten. Además deben enviarme a Adrian, él en persona tiene que conocer este reino pues es uno de los 6 elegidos. Así mismo debe fortalecerse hasta el día en que la guerra comience.
-"¿Adrian es uno de los 6 elegidos?" –preguntó una angustiada Lila.
-"Así es, Adrian representa la esperanza y es por ello que debe venir aquí. No hay otra opción para él, está destinado a participar".
-"Lo entendemos, enviaremos a Adrian en cuanto podamos y con respecto a las armas, estaremos honrados de ayudarlo" –dijo Gabriel.
-"Gracias por su ayuda, espero que ustedes sobrevivan a la guerra. Ya pueden irse".
La pareja regreso a su hogar, le contaron a Adrian de sus orígenes y su destino, pero el niño herrero no les creía.
-"Yo no puedo ser un dragón. Mírenme, no tengo cola de dragón, ni cabeza de dragón ni alas de dragón".
-"Entendemos que no nos creas y es cierto que no luces como dragón. Solo te pedimos que entiendas y por favor ve donde Fafny, allí se despejaran tus dudas" –aclaró Lila.
Adrian emprendió el viaje a la Mina del dragón, al llegar al reino de los dragones, se asombró por todo lo que contemplaba. Al ver las criaturas que habitaban el lugar pensó que ser un dragón debía ser genial. En su camino se encontró con Doron, quien lo llevo junto a Fafny.
-"Festejo que hayas llegado, estoy seguro que tienes muchas preguntas para mí, por favor haz todas las que quieras, yo las responderé."
-"¿Cómo es posible que yo sea un dragón?" –preguntó Adrian con mucha curiosidad.
-"Los dragones nacemos en El Monte del Renacer. Este es un lugar sagrado al cual únicamente los emperadores dragón podemos ingresar una vez al año. Yo cogí el huevo del que naciste junto a muchos otros más. Para que nacieras como un humano le pedí a Ezilda, la gobernante del bosque que lanzara un conjuro al huevo que te contenía, esto hizo que nacieras con forma de humano. Puedes tener tu forma de dragón si lo deseas intensamente".
-"¡Es increíble! pero aún hay algo que no entiendo, mis padres me dijeron que yo era uno de los elegidos para combatir en la guerra de la luz y oscuridad. No entiendo ¿Esa guerra ocurrirá? ¿Porque es qué ocurre? ¿Contra quién será la guerra? ¿Por qué yo?" –Adrian le lanzaba preguntas sin parar acerca de su destino.
-"Hace miles de años, el planeta estaba sumido en la oscuridad, fue por ello que Dios decidió ayudarnos y envió 6 huevos, estos eran los huevos de la sabiduría, el valor, la esperanza, la paz, la alegría y la solidaridad. Con la ayuda de los huevos y de 6 elegidos se pudo lograr la victoria sobre las tinieblas, sin embargo la oscuridad volvió 500 años más tarde y otra guerra comenzó. Esta oscuridad nace de todos nosotros y se reúne en los huevos de la oscuridad, estos representan a la ignorancia, el miedo, el pesimismo, el caos, la tristeza y el egoísmo. Todos los habitantes del planeta alimentamos el poder tanto de la luz como el de la oscuridad. Si nuestros actos se inclinan hacia la maldad, la guerra será más brutal".
-"¿Pero cómo es posible que yo sea un elegido?". Cuestionaba Adrian.
-"Los huevos eligen a la persona que lo utilizará, hace más de 13 años, el huevo de la esperanza reaccionó cuando tu naciste, es por eso que eres uno de ellos. Mas no puedes utilizarlo ahora mismo porque la guerra aún no ha comenzado".
-"Vaya, si lo que me dijiste es cierto, así como yo han existido otros elegidos para emplear el huevo de la esperanza. ¡Me gustaría saber más sobre ellos!" –pregunto entusiasmado.
-"El anterior portador del huevo de la esperanza se llamaba Esmeralda, ella perdió el buen camino… pero es mejor que lo veas por ti mismo. Móntate en mi espalda te llevaré a las profundidades de la mina, ahí podrás ver lo acontecido tú mismo" –dicho esto, Fafny lo condujo a una gran habitación llena de gigantescos espejos, en uno de ellos estaba escrito la palabra "Esperanza".
-"El espejo de la esperanza contiene los registros del anterior usuario que lucho en la guerra hace 500 años, para poder contemplarlos debemos ingresar al espejo. Lo que veras será algo aterrador, pero no te preocupes yo estaré contigo" –los dos entraron al espejo y Adrian pudo ver una habitación sin luces, pero estaba fuertemente iluminada por un objeto en forma de huevo.
En el centro de la habitación se encontraba una hermosa joven. Tenía los ojos rojos y vidriosos, había estado llorando, pero aun así, la mirada que mostraba era de seguridad. Estaba resuelta a realizar la hazaña que tena en mente, y al parecer lo único que tenía ocupada a la joven, era el objeto brillante delante de ella. Avanzó con seguridad hacia su objetivo, ella debía cumplir con su misión sin importarle nada ni nadie, pero cuando estaba a punto de coger el objeto, una voz resonó en la habitación.
-"¿Qué es lo que haces aquí Misha?"-era su madre Esmeralda.
-"Vengo a tomar el huevo de la esperanza, tu sólo has causado problemas con tu poder. Lo utilizaste únicamente para tu beneficio". –gritó Misha.
-"Deja de ser una niña ingenua, yo he servido a la oscuridad para mantener mi propio reino bajo protección. La guerra ya está perdida y no podemos hacer nada al respecto. Ahora te sugiero que salgas de la habitación o sufrirás por tu atrevimiento".
-"Aunque signifique morir, lo tomaré y acabaré con la locura que has causado" –Misha cogió el huevo y al mismo instante Esmeralda saco una espada para atacar a su hija.
El cuerpo de Misha se volvió brillante y ante la mirada atónita de su madre, detuvo la espada con las manos desnudas. "No es posible" –murmur Esmeralda. Misha aprovechó la sorpresa de su madre para arrebatarle el arma, la empuño y atravesó con ella el cuerpo de su madre. "lo siento" –le susurro.
La joven lloró desconsoladamente mientras abrazaba el cuerpo inerte de la que una vez fue su amada madre. Adrian quedó estupefacto delante de ella. "¿Qué es lo que ocurrió? ¿Por qué lo hizo? " – preguntó he inmediatamente una voz le respondió.
-"Hubo un conflicto entre las 6 regiones del mundo antes de que la guerra entre la luz y oscuridad comenzase. Fue Esmeralda quien lo originó, ella era la gobernante de los humanos y la elegida para portar el poder del huevo de la esperanza en aquel tiempo. Lamentablemente utilizó sus poderes para servir a la oscuridad; su hija trató de razonar con ella, pero nunca la escuchó. Si Esmeralda hubiese seguido con vida, la guerra se habría perdido, fue por ello que Misha tuvo que actuar. Tomó el huevo de la esperanza y luchó junto con nosotros. De los 6 usuarios de los huevos, Misha fue la única sobreviviente de esa guerra" –contestó Fafny.
-"No comprendo, si los elegidos son los únicos que pueden emplear el poder de los huevos, ¿cómo fue posible que Misha lo hiciera?"
-"En algunas ocasiones otro individuo puede emplearlos también, siempre que el usuario original haya perdido el camino o haya muerto. Tristemente las consecuencias de hacer eso son terribles, ya lo verás". –concluyó Fafny y la habitación en donde se encontraban desapareció.
Lo que apareció delante de Adrian fue aterrador y brutal. Vio un gigantesco dragón oscuro y alrededor de este, muchos dragones le lanzaban fuego, también habían magos y guerreros luchando contra demonios. Los soldados perecían cada segundo, los dragones en el firmamento caían como si se tratase de moscas. Entre todo el caos, pudo distinguir la figura de Fafny y encima de este a la joven Misha, ambos atacaban a su gigantesco enemigo.
-"Ese es Leviatán"-le dijo Fafny.
-"¿Cómo le vencieron?"
-"Con la ayuda de los 6 elegidos pero el precio fue muy alto".
La imagen de la colosal batalla cambió y todo se tornó oscuro, delante suyo Misha estaba recostada en una cama, se quejaba constantemente. Muchas marcas oscuras eran visibles en su cuerpo, pedía ayuda a gritos pero no haba nadie alrededor de ella.
-"¡Malditos sean todos! ¡Yo los salvé! ¡Y me abandonaron! ¡Cuando me recupere los mataré! ¡Acabaré con ustedes!" –le gritaba a la oscuridad sin cesar.
-"Ese fue el precio que pago Misha, luego de emplear el huevo de la esperanza quedo maldita, su mente y cuerpo se corrompieron. Quizá si un gran mago la hubiese auxiliado se habría salvado, pero casi todos ellos murieron en la guerra, yo busque a alguno para que la ayudara, pero fracasé en mi búsqueda. Misha se convirtió en una sirviente de la oscuridad, aprendió magia y atacó a los humanos, luego de una intensa lucha se le encerró en un bosque".
Las imágenes se desvanecieron, ambos aparecieron fuera del espejo.
-"Dime qué es lo que debo hacer para no perder el rumbo como lo hizo Esmeralda" –pidió Adrian.
-"Se fiel a quien eres, lucha por aquello en lo que crees y por tus seres queridos. La guerra empezara en 5 años, tu eres esencial para ganarla. Es momento de que despiertes la fuerza que tienes en tu interior, para que lo consigas te voy a encomendar una misión".
-"¿Y en qué consiste?"
-"Cerca de aquí, está el monte Kori. En la cima de este se encuentra Glein, un molestoso dragón que solo causa problemas. Te llevare allí, pero tú debes vencerlo".
Fafny llevo a Adrian hacia su destino y ya en el lugar le dijo que el solo debía subir el monte Kori, el cual era gigantesco. Aun con muchas dudas de lograrlo, Adrian comenzó a escalar, tenía mucha agilidad y en poco tiempo había subido 400 metros. Incluso con su talento se resbaló y cayó. Durante la caída, muchas imágenes le vinieron a la mente, sus padres, su vida de herrero y la figura de la colosal bestia Leviatán que debía enfrentar en el futuro.
-"No voy a morir" –gritó con todas sus fuerzas a la vez que todo su cuerpo cambiaba. Ahora su forma era la de un dragón, tenía alas y su cuerpo se volvió de un hermoso color plata. Subir el monte Kori, no le costó ningún trabajo. En la cima encontró a Glein. Este era un viejo dragón de color gris oscuro, se mostraba algo distraído, pero al notar la presencia de Adrian su expresión se tornó violenta.
-"¿Qué es lo que quieres pequeño?" –gruño.
-"¡Has causado muchos problemas y he venido a darte tu merecido!" –le contesto confiado.
Rápidamente Glein apunto su hocico hacia Adrian y le lanzo una bola de fuego. El pequeño lo esquivó a la vez que alzaba el vuelo, notó al instante que Glein era más rápido que él. Su rival continuaba lanzándole ataques a distancia y Adrian apenas podía esquivarlo, de pronto vio su oportunidad y contraataco. Llamas azules salieron de él, y golpearon a Glein, este abatido por el ataque se desplomó en el cielo. Adrian descendió a comprobar el estado de Glein, pero sorpresivamente no recibió graves daños.
-"Vaya Fafny tenía razón, debes de ser uno de los elegidos, eres increble" –le sonrió.
-"¿Qué?" –arguyó Adrian.
-"Yo soy un sirviente de Fafny, él me puso a cargo de tu entrenamiento. Hizo que te enfrentaras a mí para que despertaras tu potencial de una vez. Es imprescindible que te conviertes en un poderoso dragón. Ya que te quedaras aquí, debajo del monte podrás encontrar una cómoda cueva, será tu nuevo hogar. De aquí en adelante serás mi aprendiz y el de Fafny, no te preocupes por tus padres, ellos también nos están ayudando y te visitaran cuando puedan. Si vas a enfrentarte a alguien como Leviatán es mejor que entrenes duro".
-"Comprendo, me quedare aquí y me hare más fuerte".
Pasaron 4 años, el que una vez fue Adrian había cambiado completamente. Se convirtió en un dragón guerrero el cual era respetado en todo el reino de los dragones. El joven dragón entrenaba duro todos los días pues sabía que la gran guerra se acercaba y el momento en el que el infierno se manifestara estaba cerca. Él es el portador de la esperanza y se encuentra en las montañas del reino de los dragones, preparándose para hacer frente a su destino.

FIN


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