: Los Faroles de Bronce

Nombre*:Marcos Hakanson
Género*:Fantástio
Título*:Los Faroles de Bronce
Cuento:
Ahora ese vacío que solía parecer tibio y acogedor, se convirtió en un monstruo Frío, desolador, pero esa Luz seguía estando ahí, para mi desgracia, su Preciosa Existencia, cuanto menos desoladora sería la vida sin encarnaciones de tal magnitud que significan tanto para nuestros corazones frágiles, apasionados y sentimentales...

Según las leyendas el insomnio prolongado culmina en locura, narrando un momento en que se vuelve imposible distinguir el sueño de la realidad, como si ese momento no se diera en nuestra vida desde que tenemos la capacidad de Soñar, pasamos más tiempo soñando que existiendo, solo existimos cuando somos concientes de nuestra existencia a la vez que otros seres concientes de su existencia advierten y admiten nuestra existencia como tal ¿cada cuanto ocurre eso?
¿Y cuando soñamos? Casi en todo momento, todo lo que sabemos, todo lo que sentimos, toso lo que creemos saber y sentir en realidad todo tiene algo de sueño, pobre del Alma de aquel que quede atrapado en esta grieta entre mundos y pobre de aquel cuyos sueños sean más cercanos a una Pasadilla
Desde hace unas Noches me desvelo mirando esa Luz desde afuera de mi ventana, mi Noches solían ser tranquilas, oscuras, sin sueños, reparadoras y ausentes, solo un tiempo perdido necesario para volver a existir concientemente, pero desde que esa Luz llego a ocupar un vacío del que no me había percatado antes de su llegada, todo Cambio, ahora ya no encuentro la oscuridad y siempre me sigue un pensamiento, una pesadilla recurrente:
Sueño que me despierto en medio de la Noche, incapaz de reconciliar el sueño por más que lo intente, sin tener nada que hacer ni las energías necesarias para pensar me levanto y tomo uno de mis Faroles de Bronce, lo enciendo y salgo a caminar por la oscuridad absoluta afuera de la casa, al rato me despierto en mi cama como siempre
Ya despierto, sigo con mi rutina diaria, muevo las aguas del río y las dirijo al Mar, dirijo las gotas de rocío, arranco las hojas secas de los árboles, peino los céspedes y pinto el cielo de un Azul tibio y bellísimo, sin dudas, despejado, y algunas pocas Nubes Blancas como algodón que solo hace juego y acompañan la armonía, todo perfecto, otro día de trabajo, como siempre
En la Noche vuelvo a la cama para intentar dormir, pero solo consigo cerrar mis ojos unos momentos, hasta que necesito, casi involuntariamente abrirlos paras buscar esa luz en mi ventana que me niegue el oscuro vacío, y ahí esta, no estaba cuando me acosté pero ella ahora esta ahí, dándole sentido a todo lo que soy y todo lo que hay, a cada segundo de mi tiempo, y en algún momento de mi atenta observación caigo ante Morfeo
Ya despierto, sigo con mi rutina diaria, muevo las aguas del río y las dirijo al Mar, dirijo las gotas de rocío, arranco las hojas secas de los árboles, peino los céspedes y pinto el cielo, aunque no puedo plasmar el Azul delicado y sobrio que deseo, hay muchas nubes, pero no son las Nubes de siempre, esta Nubes son oscuras y Tomentosas, intento quitarlas de un soplido pero un rayo golpeo mi mano derecha, creo que me quemó
De repente me vi portando una Luz en mi mano derecha y los pies de un gigante de mil brazos, adoraba esa luz, pero involuntariamente después de dejarla a los pies del gigante camine lejos de ahí, otro día de trabajo, como siempre, aunque fue distinto esta vez…
En la Noche vuelvo a la cama para intentar dormir, pero solo consigo cerrar mis ojos unos momentos, hasta que necesito, casi involuntariamente abrirlos paras buscar esa luz en mi ventana que me niegue el oscuro vacío, y ahí esta, no estaba cuando me acosté pero ella ahora esta ahí, dándole sentido a todo lo que soy y todo lo que hay, a cada segundo de mi tiempo, y en algún momento de mi atenta observación caigo ante Morfeo
El sonido de un Trueno me despertó, abrí los ojos y bruscamente busque la luz en mi ventana, no estaba, sabía que necesitaba de esa luz obsesivamente, así que me levante, nunca me había costado tanto, me dirigí a la puerta y salí hacia donde, según creía, estaba esa luz que no estaba brillando, había una tormenta feroz, hacía mucho no sentía tanto miedo, ni el agua, ni el viento para encontrar un Árbol enorme con muchas Ramas, debe ser muy Viejo, me acerqué hacia el… ¿Esta es la Luz?


…Las Historias cuentan que todavía se puede ver un hombre llorando a los pies de un Árbol, que en una de sus Ramas cuelga un Farol de Bronce con su llama ya extinta…

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