Nombre*: | Antonio Barragán |
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Género*: | Microrrelato |
Título*: | El Hombre de Negro |
Cuento: | El sol abrazador estaba consumiendo su carne lentamente o eso le pareció, quizás los inoibles ya lo habian infectado o tal vez no; decidió ir a tomar agua al café Montecarlo y una vez allí disfruto el mejor regalo de los dioses a la humanidad, panacea celestial que sacia la sed del hombre y sus familias, poso su mirada en el parqueadero de los taxis, meditabundo noto como el viento que arreciaba fuertemente subiendo por la calle cuarta rumbo a la galería traía en sus corrientes a los inoibles, aquellos pequeños seres que llevan rumbo a la locura, pero que en el fondo son buenos; en su corazón sabía que todos los habitantes del líbano en algún momento de sus vidas habian caído en sus garras si es que las tienen porque nadie los ha visto, de ellos se sabe que entran en el cuerpo a través del llanto y usan sortilegios para hacer caer en sus patrañas a las insulsas víctimas. Cerca a la central de taxis, una niña lloraba fuertemente mientras su madre la tomaba de la manga del saco para evitar el chismorreo, los inoibles la rodeaban y uno de ellos se introdujo en su oreja, lo que causó que el llanto se detuviera debido a los mocos pues el llanto hubo acabado cuando la niña se sono muy fuerte. El hombre que observaba la escena desde el Montecarlo, prestaba bastante atención pues en su sabiduría infinitesimal logró percibir los inoibles y sus artimañas, con las cuales la niña entraría en la adolescencia una etapa bastante cruel para su familia, sobre todo para la madre vaya si va a sufrir la pobrecita con los impulsos impetuosos de esta edad dominada por inoibles. |
: El Hombre de Negro
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