Cuento*: |
MIS MUÑEQUITOS DE GUATEMALA
En ocasiones dejamos de soñar, dejamos de creer en la magia, las situaciones de la vida, acaparan nuestra vida y nuestra mente, crecimos tan rápido que se nos olvido vivir esa niñez que con tan solo una sonrisa lo tenía todo. No se desde cuando, solo me dedique a vivir la vida, de cierto modo, porque para mi siempre estaban los demás antes que yo. Me llenaba de felicidad ayudar siempre que era requerida, o el dar la ayuda sin que se me solicitara.
Tantas veces en mi vida misma, importo más la felicidad de otros, que la mía, dejé ir tantas cosas, como quien suelta el vuelo de un ave, o una mariposa, quizá porque siempre he pensado en una felicidad, donde todos somos felices, donde nadie daña a nadie, donde todos aman.
La tristeza invadió mi tranquilidad estos días, parecía una pesadilla de la que no despertaba, que no tenia principio ni fin, mucho menos un porque o al menos una explicación, simplemente estaba sucediendo, sin embargo no podía ser vulnerable, era el momento de medirme que tan fuerte soy, no podría haber huracán o tormenta que me derrumbara. Entonces había llegado el momento de pensar una vez más en los míos .Pensé en mi madre, como cuido siempre de todos y ahora me tocaba a mi.
Salí a caminar, me detuve en la orilla del rio, me quite los zapatos, me senté en las pequeñas piedras, mirando como la corriente del rio se llevaba mis lagrimas y pensamiento; buscando una respuesta que no llegaba, regrese a casa, llegada la noche eleve una plegaria más , con todo mi ser. Habían pasado varios días que no dormíamos bien , pronto me quede dormida, no me di cuenta cuando mi hija entro al cuarto, colocando un pequeño morralito de tres centímetros, que me había traído de Guatemala, es uno pequeño, bordado y colorido, al frente tiene un muñequito guatemalteco, adentro dos muñequitos de un centímetro, se cree que estos; tienen la magia de que cuando tu les cuentas tus penas, estas penas se van , mas no debes contar el secreto que les contaste , porque se pierde la magia.
Encontré la solución a esta situación, comprendí, que el soñar y la magia no es cosa de niños, la magia ocurre al volverte a encontrar, contigo mismo (a), en el saber que el mismo universo, conspira en tu ayuda, como la magia de estos pequeños muñequitos guatemaltecos.
La magia y la fe van de la mano, pero sobre todo el amor, si alguna vez te sientes abrumado por las situaciones de la vida, busca al niño interior que llevas dentro, háblale consuélalo, para que vuelva a ser feliz.
"Los sueños y la magia, existirán siempre, no dejes de soñar"
AUTOR: GABRIELA DIAZ
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